En matemáticas, uno más uno son dos. En la realidad, un león y un cordero no dan dos animales. O al menos no por mucho tiempo. El conocimiento no es un país homogéneo, sino una confederación de regiones con costumbres y leyes diferentes. Las verdades de la ciencia aspiran a la univocidad; las de la poesía se basan en la polisemia; las de la filosofía avanzan hacia atrás como los árbitros; y las de la política son pragmáticas e incompletas. Ninguna de estas formas de conocimiento es superior a las demás, sino que todas ellas sirven, a su manera, al deseo de comprender y potenciar la vida.
Opinión
Crueldades del tiempo
Fue hace 50 años: exactamente 50 años, el 22 de agosto de 1972. Una semana antes, un grupo de más de 100 militantes de diversas izquierdas encarcelados en un penal patagónico, viento y frío, el páramo arenoso al sur del sur, había intentado fugarse. No era un simple escape: el plan incluía la toma de la cárcel y el traslado de los fugitivos en tres camiones hasta un aeropuerto cercano; allí se subirían a un avión que llegaba de Buenos Aires y que otros militantes habrían copado en vuelo. Funcionó a medias: los camiones y las comunicaciones fallaron y, cuando el avión aterrizó en el aeropuerto de Rawson, solo siete fugitivos habían conseguido llegar hasta allí. Se subieron y, tras un rato de espera infructuosa, despegaron hacia Santiago de Chile, donde el Gobierno de Salvador Allende los recibió con inquietud y solidaridad. Semanas más tarde seguirían su viaje hasta La Habana.
La crisis en el Estrecho de Taiwán: otra bofetada a la globalización
Cuesta trabajo pensar en una visita más disruptiva que la que realizó Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara ´de Representantes estadounidense, a Taiwán el pasado 3 de agosto. En poco más de 24 horas, Pelosi consiguió levantar la ira del Gobierno chino que, inmediatamente después de que la dirigente demócrata abandonara Taiwán, bloqueó unos 3.000 productos importados de la isla y anunció ejercicios militares durante varios días en seis áreas cercanas a las costas de Taiwán. Por si esto fuera poco, China ha anunciado que no seguirá cooperando —ni tan siquiera dialogando— con Estados Unidos en áreas enormemente importantes a nivel global, como puede ser el cambio climático.
El CGPJ momificado
El adelanto del fin del verano político ha sido una sorpresa solo a medias. El ciclo que abre este otoño tiene dos etapas mayores: las elecciones municipales y autonómicas de mayo y las generales previstas para diciembre de 2023, coincidiendo con el final de la presidencia española de la Unión Europea (si Pedro Sánchez no decide un adelanto electoral). El Gobierno ha programado un Consejo de Ministros para este martes con el fin de aprobar la creación de un Centro Nacional de Salud Pública y el jueves el pleno del Congreso en el que debería aprobarse el decreto sobre ahorro energético que ha generado divergencias visibles dentro del PP: Isabel Díaz Ayuso anunció su propósito de llevar el decreto al Tribunal Constitucional, contra el criterio de Alberto Núñez Feijóo y del resto de los presidentes autonómicos del PP.
Una universidad cercana y para todos
Cuando llegué a la UNED, una de las cuestiones que más me preocupaba era cómo iba a llevar la docencia a distancia. No porque tenga nada en contra de este tipo de metodología, sino porque demasiada gente me decía que me iba a una universidad sin estudiantes. Podrás investigar y escribir mucho, comentaban, felicitándome por el tiempo que iba a ganar gracias a eso. Y aunque la perspectiva de disfrutar de una especie de barra libre de investigación y escritura sonaba tentadora, me apenaba pensar que me iba a perder todo lo que implica la docencia y el contacto con alumnas y alumnos de carne y hueso.
¿La vuelta al cole ya?
Todavía quedan casi tres semanas para que reabran escuelas e institutos, pero las campañas de la vuelta al cole ya han hecho su aparición. Centros comerciales, supermercados, tiendas en internet… comercios grandes y no tan grandes ya han empezado a informar a sus clientes de que pronto empezarán las clases y que, por lo tanto, estamos en la recta final de las vacaciones. Libros de texto, ropa y zapatos nuevos, uniformes para quienes los lleven, mochilas y material de papelería, entre otras cosas, se ponen a disposición del consumidor. En las redes los usuarios intercambian consejos para afrontar la llegada del nuevo curso y proliferan las quejas de quienes sienten que hablar del fin del veraneo a mediados de agosto mina la moral. Pero sobre todo se habla de una vuelta al cole marcada por la elevada inflación, de lo que muchos llaman ya la “cuesta” de septiembre.
Policías y ladrones
Es un hecho: dos siglos después de su invención, aún hay quien piensa, sobre todo en el medio literario, que el relato policial es un género menor. Como contra la mayoría de los prejuicios, contra este, me temo, es inútil combatir. Lo único que puede hacerse es constatar que refleja una visión muy estrecha de la literatura. Porque en literatura no existen géneros mayores o menores; sólo existen formas mayores o menores —mejores o peores— de usar los géneros. Hasta hace poco más de un siglo, la novela era considerada, por comparación con la poesía o el teatro, un género menor, un pasatiempo indigno de gente seria, apto apenas para distraer los ocios de señoras frívolas; sólo ahora la gente seria admite que entre aquellas frivolidades presuntas se cuentan algunos de los libros más extraordinarios jamás escritos. La tragedia, el género mayor para la Antigüedad, registra, al lado de obras maestras sin discusión, toneladas de basura; algo semejante ocurre con el modernísimo género policial: ha producido montañas de nadería (o de entretenimiento literariamente nulo), pero apenas existe un gran narrador moderno que no haya usado a su modo sus ingredientes. En definitiva, sólo hay dos tipos de literatura: la buena y la mala; todo lo demás es palabrería. También: no hay que fiarse de la gente seria.
Crimen de Estado Islámico
Cuando el 25 de junio la plataforma 17A Exigim Responsabiltats creó su cuenta en Twitter, su mensaje fijaba posicionamiento y propósito: “Sabem la veritat. Exigim responsabilitats!”. Afirmaban que los servicios de inteligencia españoles organizaron la masacre yihadista de hace cinco años para impedir la independencia de Cataluña. La plataforma anunció que el día 17 convocaba una concentración ante la delegación barcelonesa de las instituciones comunitarias. Se sumó el Consell per la República, entidad presidida por Carles Puigdemont y que cuenta con más de 100.000 cotizantes, y se añadieron dos concentraciones más. La primera, a las 10 de la mañana en el Pla de l’Os de la Rambla, coincidiendo con el homenaje a las víctimas. Fueron estos concentrados a quienes saludó la expresidenta Laura Borràs, unas decenas de fanáticos que defienden de manera visceral la teoría de la conspiración.
Obispos encubridores
La impunidad que ha reinado durante décadas en torno a la pederastia en la Iglesia católica española ha contado con un aliado decisivo: el ocultamiento, silenciamiento y encubrimiento de los casos por parte de muchos obispos. Al menos 39 prelados están acusados por víctimas o son sospechosos de haber tapado en España casos de los que han tenido constancia. Con ello, han impedido que los pederastas fuesen juzgados civil o canónicamente, y que estos hechos se conocieran públicamente. Han sido diversas las estrategias desarrolladas en la Iglesia a lo largo de las últimas décadas para evitar entrar en el fondo de la cuestión: desde la renuncia a investigar los hechos manteniendo al abusador en su puesto hasta el traslado de parroquia ante las primeras quejas (donde podría reproducir las mismas conductas anteriores) pasando por enviar al acusado a ejercer su ministerio a otro país. La ocultación de los delitos, la protección de los acusados y el desvalimiento de las víctimas han sido las consecuencias necesarias de ese proceder, según ha corroborado este diario a través de sentencias canónicas, documentos inéditos y denuncias de las propias víctimas. Hasta el momento, ningún obispo español ha sido juzgado civil ni canónicamente por ello.