De la nueva polémica podcaster (ya les contó Paloma Rando) he sacado en claro que el consumidor de contenido activista no desea una vida justa para todos. Desea un clima beligerante donde exhibir su presunta virtud. Sigo a muchos “activista” con sus creaciones, gente que necesita exponer situaciones luctuosas para justificar su contenido, presente para justificar su propia presencia mediática. Esta dinámica se vuelve de vez en cuando contra ellos. El caso de Estirando el chicle ha cruzado todos los límites imaginables. Contexto: este podcast (Isabel Percebes y Victoria Martín) invita a su mesa camilla a la cómica Patricia Sornosa a otra sesión de compadreo “feminista”. Pero los tuits de Sornosa dejan entrever que el colectivo transexual no le cae simpático. Yo no la llamaría tanto como tránsfoba, pero es opinable. Y gracias al cielo es opinable. Muchos oyentes comparan llevar a Sornosa con llevar a Hitler. Me van a perdonar, pero a Sornosa le faltan unos cuantos millones de crímenes de lesa humanidad para ganarse tal comparación. La idea de que hay que vetar a ciertas personas de los medios por lo que piensan es cerril y propia de estructuras mentales intransigentes. Una entrevista es una entrevista, no un cafelito entre amigotes.
Feminismo
El acoso sexual a las marineras ve la luz: noches en el baño con un cuchillo y denuncias de violación
A los 18 años, la Academia de Marina Mercante de Estados Unidos la envió al Alliance Fairfax, un buque de la naviera danesa Maersk que navega cargado de vehículos. Allí debía seguir con su formación tras sobresalir en su primer año tanto por sus habilidades académicas como atléticas. Pero todo se iba a torcer desde el principio. La cadete a la que sustituyó a bordo le advirtió de que la tripulación estaba llena de hombres “espeluznantes”, y le aconsejó que evitara usar pantalones cortos o hacer ejercicio en su presencia. En definitiva, obviar todo aquello que el resto pudiera considerar “provocativo”.
¿Es ético hacer turismo en un país como Arabia Saudí?
Tengo un amigo que por motivos profesionales vive en Riad, la capital de Arabia Saudí. Me ha invitado a visitarle. Mi amigo me comenta que están haciendo un esfuerzo para modernizarse y para abrirse al turismo. Dice que ya no es el país cerrado y difícil de visitar que fue.